RECUPERADO DE: https://image.slidesharecdn.com/concepciones-de-infancia-lgo2005-1206239551909810-3/95/concepciones-de-infancia-lgo2005-1-728.jpg?cb=1206210753
La historia social, la historia de la pedagogía y la
psicología social nos han mostrado que no hay una sola concepción de infancia;
ésta ha cambiado a lo largo de los siglos.
El trabajo pionero y ampliamente
citado de Ariés (1973, 1986,1987), la historia de la infancia de Lloyd de Mause
(1991), el estudio sobre la genealogía del concepto de infancia de Varela
(1986) y, para el caso colombiano, los estudios de Pachón y Muñoz (1991, 1996)
dejan al descubierto que las concepciones de la infancia no han sido estables
sino, más bien, variables en dependencia de las distintas condiciones
sociohistóricas
La
concepción de la infancia guarda coherencia con la sociedad vigente. Los
principios de organización religiosa y militar presentes en períodos como el
siglo XII y XIII dan origen a los niños de las cruzadas. Los principios de
organización educativa y científica del siglo XVII y XVIII dan origen al niño
escolar. Los principios de organización industrial dan origen a los niños
trabajadores y a los aprendices del siglo XIX. Los principios de organización
familiar dan origen al hijo de familia que realiza todas sus actividades en el
hogar bajo la tutela de los padres. El fortalecimiento del Estado da origen a
los hijos del estado, niños que desde muy pequeños pasan de manos de sus padres
a las de un personal especializado que se hace cargo de ellos en guarderías y
jardines infantiles, como se ve actualmente. Esta misma situación se observa en
las instituciones que se encargan de la protección del niño: de instituciones
masivas tipo cuartel o convento se pasa a la institución escuela, institución
taller o institución hogar.
Ariés (1973,1986, 1987) ha mostrado el carácter invisible de las concepciones de la
infancia. La antigua sociedad tradicional occidental no podía representarse
bien al niño y menos aún al adolescente; la duración de la infancia se reducía
al período de su mayor fragilidad, cuando la cría del hombre no puede valerse
por sí misma; en cuanto podía desenvolverse físicamente, se le mezclaba
rápidamente con los adultos, con quienes compartía trabajos y juegos. El bebé
se convertía en seguida en un hombre joven sin pasar por las etapas de la
juventud, las cuales probablemente existían antes de la Edad Media y que se han
vuelto esenciales hoy en día para prácticamente todas las sociedades,
desarrolladas o no.
Desde una perspectiva psicogénica de la historia de la
infancia, De Mause (1991) enseña que las concepciones de la infancia están
íntimamente asociadas a las formas o pautas de crianza. Se conciben éstas como
formas o tipos de relaciones paternofiliales que han tenido un desarrollo no
lineal en la historia de la humanidad. Así tenemos los siguientes tipos:
infanticidio (antiguedad-siglo IV); abandono (siglos IV-XIII); ambivalencia
(siglos XIV-XVII); intrusión (siglo XVIII); socialización (siglos XIXmediados
del XX); ayuda (se inicia a mediados del
siglo XX).
María Victoria Alzate Piedrahita.(enero de 2002).Concepciones e imágenes de la infancia. Recuperado el 08 de septiembre de 2020 de https://repository.unad.edu.co/bitstream/10596/4863/1/514517%20infancia.pdf
Alexandra garzon ospina. (11 de abril de 2009). Historia de la Infancia en Colombia en el Siglo XIX [Video]. Youtube. https://youtu.be/bc-6DiHfw08
En
este contexto, las concepciones de infancia están determinadas por la secuencia
continua de aproximación entre padres e hijos a medida que, generación tras
generación, los padres superaban lentamente sus ansiedades y comenzaban a
desarrollar la capacidad de conocer y satisfacer las necesidades de sus hijos.
Desde una perspectiva de análisis histórico de la genealogía
y del poder para indagar las imágenes de la infancia, Varela (1986) estudia
cómo las figuras de la infancia no son ni unívocas ni eternas. Las variaciones
que han sufrido en el espacio y en el tiempo son una prueba de su carácter
sociohistórico. Las transformaciones que han afectado a la percepción de la
infancia moderna están íntimamente ligadas a los cambios en los modos de
socialización.
La categoría de infancia
es, en definitiva, una representación colectiva producto de las formas de
cooperación entre grupos sociales también en pugna, de relaciones de fuerza, de
estrategias de dominio. La categoría de infancia está orientada por intereses
sociopolíticos; incluye, bajo diferentes figuras encubiertas, una aparente
uniformidad que ha permitido concebir proyectos educativos elaborados en
función de grupos de edad y de prestigio, y que hace viables códigos
científicos tales como los discursos pedagógicos, la medicina infantil o la
psicología evolutiva. Todas estos saberes son inseparables de las
instituciones, de las organizaciones y de los reglamentos elaborados en torno a
la categoría de infancia que a su vez se ve instituida y remodelada por ellos.
En Colombia el estudio histórico
de las concepciones y representaciones de la infancia se encuentra en las obras
pioneras de Pachón (1985) y de Muñoz y Pachón (1988; 1989; 1991; 1996). He aquí
una descripción de cómo se entendía la infancia en Santa Fé de Bogotá a
comienzos del siglo XX:
«Padres,
maestros y sacerdotes aparecen como la trinidad educadora de la época y
constituyen aquellos pilares en los que la sociedad depositó la responsabilidad
de perfeccionar esos maleables e imperfectos, irreflexibles y frágiles y
encauzarlos por el camino de la vida racional y cristiana. Los textos revisados
se encuentran inundados de metáforas religiosas, militares y campesinas. El
niño es ángel, o demonio, hijo de Dios o hijo del diablo, lleno de pasiones,
lleno de virtudes. Soldado raso, combatiente el niño es una planta que hay que
regar, una tierra que hay que arar. En los textos se encuentran también
metáforas científicas: los niños son seres biológicos, entes psicológicos,
seres sociales. A comienzos del siglo se empieza a ver la lucha entre las
metáforas religiosas, morales, militares, campesinas y las metáforas
científicas; la lucha entre la visión religiosa y militar de la niñez y las
instituciones que lo protegían y la visión educativa, sanitaria, laboral y
psicológica, de las nuevas instituciones» ( Muñoz y Pachón, 1991, p. 374).
Desde una perspectiva de análisis histórico de la genealogía y
del poder para indagar las imágenes de la infancia, Varela (1986) estudia cómo
las figuras de la infancia no son ni unívocas ni eternas.
Estas mismas autoras (1996) aprecian que la concepción
de la infancia había experimento en Colombia, ya a mediados de siglo, una seria
transformación con respecto a la de principio de siglo, y anotan que
"lo demoníaco y
lo divino fue reemplazado por una referencia directa a las cualidades del niño
que había que estimular y a un reconocimiento de la vida emocional del bebé.
Los conceptos de pecado y maldad innata se cambiaron por una referencia a los
problemas del comportamiento y a las dificultades en el desarrollo de la
personalidad, debidas a la intervención inadecuada del ambiente... La
inteligencia ya no era un bien dado sino algo susceptible de desarrollarse. La
imaginación no era mal hábito, sino una cualidad que había que ampliar y darle
campo libre. Las fantasías y los sueños de los niños no eran algo que debía
combatirse, sino formas útiles de comprensión del mundo. La curiosidad no debía
evitarse, era una cualidad deseable y fomentable. La explotación del mundo y de
sí mismo era algo que había que ayudarles a desarrollar. El juego no era tiempo
perdido, sino una actividad que debía utilizarse permanentemente en la
educación y en la formación de hábitos» (Muñoz y Pachón, 1996, p. 330).
María Victoria Alzate Piedrahita.(enero de 2002).Concepciones e imágenes de la infancia. Recuperado el 08 de septiembre de 2020 de https://repository.unad.edu.co/bitstream/10596/4863/1/514517%20infancia.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario