El papel del educador en la
Educación Infantil no consiste en transmitir contenidos al niño o la niña para
que éste los aprenda como fruto de esa transmisión, sino en facilitar la
realización de actividades y experiencias que, conectando al máximo las
necesidades, intereses y motivaciones de los niños y las niñas, les ayuden a
aprender y desarrollarse.
El educador debe asegurar que la
actividad del niño o la niña sea una de las fuentes principales de su
aprendizaje y desarrollo. Es de todos conocido que la forma de actividad
esencial del niño y la niña consiste en el juego. Jugando, el niño o la niña
toman conciencia de lo real, se implica en la acción, elabora su razonamiento,
su juicio. Se ha definido el juego como «proceso sugestivo y substitutivo de
adaptación y dominio», y de ahí su valor como instrumento de aprendizaje,
puesto que aprender es enfrentarse con las situaciones, dominándolas o
adaptándose a ellas. El juego tiene además un valor «substitutivo», pues
durante la primera y segunda infancia es tránsito de situaciones adultas: por
ejemplo, al jugar a las tiendas, a las muñecas, etc.
Tendrá el educador que utilizar el
juego como base metodológica de actuación realizando rincones de juego que
brinden al niño la oportunidad de descubrir, explorar, investigar, comunicar e
intercambiar, contribuyendo al desarrollo de aspectos como:
- Creatividad: capacidad de
crear y transformar a partir de la experimentación ofreciendo soluciones
diferentes.
- Autonomía: ser capaz de
pensar por sí mismo, con sentido crítico, teniendo en cuenta varios puntos
de vista. n Sensibilidad: interiorización de sentimientos y
sensaciones.
- Comunicación: expresión de sus intereses, motivaciones, preferencias y sentimientos
ROL DEL DOCENTE: RESPONSABILIDAD SOCIAL Y EMPRENDIMIENTO
En tanto que es un proceso humanizador, la educación debe sentar las
bases para el ejercicio de la autonomía y la práctica de la libertad, por lo
que resulta evidente que su función trasciende los límites de la escuela y de
las instituciones tradicionales, para abarcar todos los aspectos de la vida
social. Como proceso a través del cual una sociedad despliega sus
potencialidades creadoras, el hecho educativo debe estar sustentado sobre las
propias raíces culturales, sobre una afirmación previa de lo propio, pues si
bien es cierto que la educación debe propender a desarrollar actitudes
científicas en la población –sin las cuales no puede lograrse el desarrollo y,
consecuentemente, la independencia científica y tecnológica– cuando sus
acciones no reflejan la cultura del medio, éstas, en lugar de liberar,
terminan, como bien lo señala a UNESCO, por “oprimir, destruir y crear
dependencia”. De allí que un proyecto educativo auténtico es aquel que
considera al educando como centro de su propio desarrollo, capaz de encontrar
en sí mismo las bases de su propia historia, de comprender su propia realidad y
de transformarla.
Desde esta perspectiva no basta con alfabetizar y extender los
beneficios de la educación a los sectores tradicionalmente marginados,
proporcionando al individuo las destrezas necesarias para incorporarse al
mercado de trabajo y, por ende, al universo de consumidores, sino que esta
tarea debe ir acompañada de estrategias dirigidas a proveer igualmente a los
individuos de las herramientas necesarias para el ejercicio de la capacidad crítica,
para el análisis de los problemas de su entorno y para la implementación de
soluciones expeditas y acordes con su idiosincrasia.
Para lograr establecer una cultura emprendedora en el país, hay que
desarrollarla tanto en el entorno como en el ámbito personal, abarcando todos
los niveles de educación, de manera que se inserte dentro de la formación
humana el emprender como motor de desarrollo. La formación del espíritu
emprendedor incluye una mirada integral a la educación, entregando herramientas
para generar iniciativas productivas; pretende habilitarlos como personas,
donde se unen la capacidad emprendedora con la solidaridad y responsabilidad
social.
Leonor
Jaramillo. (08 de diciembre de 2007). Concepción de infancia.ZONA
PRÓXIMA Nº 8. Recuperado el 08 de septiembre de 2020 de http://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/zona/article/view
File/1687/1096
RECUPERADO DE: https://image.slidesharecdn.com/3-iconcepcindelainfancia-170322232354/95/3-i-concepcin-de-la-infancia-19-638.jpg?cb=1587840254
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